Una mujer no debe intentar causarse un aborto ella misma si vive en un país donde tiene la posibilidad de realizarse una práctica segura y legal. Debe acudir a un médico.
Algunas mujeres tratan de producirse un aborto introduciendo objetos filosos o sucios dentro del útero o golpeándose el vientre. Eso es muy peligroso y nunca debe ser hecho, porque hay un alto riesgo de que se lastime el interior de su cuerpo y de que se produzcan infecciones, grandes hemorragias e incluso la muerte.